GABA (acido gamma aminobutirico). Suplementos y beneficios.





¿Que es el Ácido gamma-aminobutírico (GABA)?


El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es uno de los neurotransmisores inhibidores más importantes de nuestro organismo. Los neurotransmisores son sustancias utilizadas por el sistema nervioso en los procesos de sinapsis o de transmisión de impulsos nerviosos. Estas funciones son llevadas a cabo por las principales células nerviosas, las neuronas.
Por norma general, se obtiene a partir del glutamato que obtenemos en nuestra alimentación o mediante síntesis del mismo. Se suele producir en el cerebelo (neuronas gabaérgicas), en los ganglios basales y en ciertas partes de la médula espinal.  También se puede obtener a través de ciertas plantas sedantes, como la valeriana.
Habitualmente, el glutamato funciona como un “excitante” de nuestro organismo, acelerando la actividad neuronal. Este neurotransmisor está presente en situaciones de estrés y alerta, pero también está implicado en funciones normales, como la coordinación o la memoria. La persona se sentirá irritable, inquieta, le latirá más rápido el corazón y puede presentar insomnio.




Funciones del Ácido gamma-aminobutírico (GABA).


No es de extrañar que el GABA ejerza multitud de funciones por su amplia distribución y cantidad en todo el sistema nervioso central. Muchas de sus funciones exactas no se conocen hoy en día. Gran parte de los descubrimientos actuales se deben a investigaciones con fármacos que potencian, imitan o inhiben los efectos del GABA.
En resumen, se sabe que el ácido gamma aminobutírico es una sustancia inhibidora que permite mantener la actividad cerebral equilibrada. Participa en:

La relajación.
El GABA inhibe los circuitos neuronales que se activan con el estrés y la ansiedad, produciendo un estado de relajación y tranquilidad. Así, el glutamato nos activaría mientras que el GABA restablecería la calma reduciendo la excitación de las neuronas.

El sueño.
El GABA va aumentando progresivamente cuando estamos somnolientos. Cuando estamos dormidos, alcanza niveles muy altos, ya que es el momento en el que estamos más relajados y tranquilos.
En nuestro cerebro existe un grupo de células llamado el núcleo preóptico ventrolateral, también conocido como el “interruptor del sueño”. El 80% de las células de esta área son GABAérgicas.
Por otro lado, el GABA participa en el mantenimiento de nuestro reloj interno o ritmos circadianos. De hecho, cuando los animales hibernan, su cantidad de GABA aumenta notablemente.
Durante el sueño, acompañado por un aumento de GABA, también se produce un incremento de las citoquinas. Son proteínas que protegen al organismo de la inflamación. Por eso un adecuado descanso es fundamental, ya que se mantiene el organismo sano, reparándose sus daños.

El dolor.
Se sabe que el GABA posee efectos nociceptivos (de percepción del dolor). Por ejemplo, si se administra baclofeno, una sustancia que se une a los receptores de GABA B, se produce un efecto analgésico en los humanos. Esta sustancia actúa disminuyendo la liberación de neurotransmisores de dolor en las neuronas del asta dorsal de la médula espinal.
Así, cuando zonas de estos receptores están alteradas, los animales desarrollan hiperalgesia (una percepción del dolor muy intensa). Por eso se piensa que los receptores de GABA B participan en el mantenimiento de un umbral del dolor adecuado.

Funciones endocrinas.
Parece ser que después de recibir dosis altas de GABA, se produce un aumento significativo de la hormona del crecimiento. Esta hormona permite el desarrollo y recuperación de los músculos, y también aumenta durante el sueño profundo.
El GABA también parece jugar un papel importante en la regulación de los ciclos hormonales femeninos.





Alteraciones del nivel de GABA.


Los niveles de GABA o su actividad se puede alterar por diversas condiciones. Por ejemplo, por consumo de alcohol, drogas o fármacos.
Por otra parte, ciertas enfermedades psiquiátricas y neurológicas se asocian con alteraciones en el funcionamiento de las neuronas GABAérgicas y sus receptores.
A continuación, se explican con más detalle cada una de estas situaciones.

Ansiedad.
Niveles bajos de GABA o una actividad inadecuada de este neurotransmisor se asocia con ansiedad y estrés.
Por eso, una gran cantidad de fármacos ansiolíticos actúan sobre los receptores de GABA A. Además, algunas actividades relajantes (como el yoga) pueden actuar en parte en los niveles de GABA. Específicamente, aumenta de manera significativa su cantidad en el cerebro.

Depresión.
Niveles excesivos de GABA pueden traducirse en depresión, ya que demasiada relajación puede convertirse en indiferencia o apatía.

Alucinaciones.
Se ha descubierto una asociación entre niveles bajos de GABA en el cerebro y alucinaciones olfativas y gustativas. Estos son síntomas positivos de la esquizofrenia, condición que también se asocia con alteraciones en el GABA.
Además, se observó que dichas alucinaciones cesaron con un tratamiento que aumentaba el GABA en el sistema nervioso central.

Trastornos del movimiento.
Algunos trastornos neurológicos del movimiento como la enfermedad de Parkinson, el síndrome de Tourette o la discinesia tardía parecen relacionarse con el GABA.
El baclofeno, un análogo sintético del GABA parece ser efectivo para tratar el síndrome de Tourette en niños.
Mientras que agonistas del GABA como la gabapentina y el zolpidem ayudan en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Por otro lado, la vigabatrina beneficia a la discinesia tardía y otros problemas motores.
Todo esto da a entender que el origen de estas condiciones puede ser una señalización defectuosa de las vías GABAérgicas.

Epilepsia.
Un fallo o desregulación en la transmisión del ácido gamma aminobutírico produce hiperexcitabilidad. Es decir, las neuronas se activan demasiado dando lugar a una actividad epiléptica.
Los principales focos epilépticos donde falla el GABA son el neocórtex y el hipocampo. Sin embargo, la epilepsia tiene un fuerte componente genético. Hay personas que nacen con más predisposición que otras a sufrir actividad epileptogénica o convulsiones.
Actualmente se ha descubierto que un fallo en la expresión de ?2, una parte del receptor GABA A, origina la aparición de la epilepsia.

Consumo de alcohol.
El alcohol o etanol es una sustancia muy usada en la sociedad actual. Posee una acción depresora del sistema nervioso central.
En concreto, bloquea la excitación producida por los receptores NMDA y potencia los impulsos inhibitorios de los receptores GABA A.
En niveles bajos, el etanol produce desinhibición y euforia. Aunque en niveles altos en sangre, puede ocasionar fallo respiratorio e incluso la muerte.

Cognición.
Se ha encontrado que los receptores de GABA A poseen un lugar de acción para una sustancia llamada RO4938581. Este fármaco es un agonista inverso, es decir, que hace el efecto contrario del GABA.
Parece ser que dicho fármaco mejora la cognición. En concreto, permite que consolidemos mejor las memorias espaciales y temporales (dónde y cuándo sucedió algo).
Además, cuando se inhiben los receptores GABA o presentan mutaciones en el hipocampo, se dan mejoras en el aprendizaje de asociación.

Adicción a las drogas.
El baclofeno, un fármaco que antes se mencionó, parece ser útil para tratarla adicción a las drogas como alcohol, cocaína, heroína o nicotina. Aunque tiene muchos efectos secundarios y se usan otros parecidos que causan también un efecto inhibitorio.
Las drogas de abuso provocan una liberación de dopamina en el núcleo de accumbens. Esta zona del cerebro es esencial en la sensación de recompensa y en el reforzamiento.
Cuando se administra baclofeno, el deseo de tomar droga disminuye. Esto ocurre porque la sustancia reduce la activación de las neuronas dopaminérgicas en esa área. En definitiva, sienten que la droga no hace el efecto esperado y ya no desean consumirla.

Trastornos de sueño.
Las alteraciones en el GABA pueden provocar diversos problemas de sueño. Cuando hay menos GABA de lo normal o las neuronas no funcionan correctamente, suele producirse insomnio.
Sin embargo, cuando los niveles de esta sustancia son muy altos, se puede sufrir parálisis del sueño. En este trastorno, la persona puede despertarse cuando su cuerpo está paralizado por la fase REM y no puede moverse.
Por otro lado, la narcolepsia se ha vinculado con la hiperactividad de los receptores GABAérgicos.

Alzheimer.
En algunas investigaciones se han observado niveles elevados de GABA en pacientes con enfermedad de Alzheimer. La formación de placas seniles y el aumento del GABA parecen bloquear la actividad neuronal progresivamente en los pacientes. Sobre todo, aquellas implicadas en el aprendizaje y la memoria.

Niveles altos de GABA.
Demasiado GABA puede producir una somnolencia excesiva, como sucede con el consumo de alcohol o de Valium.
No obstante, el GABA muy elevado puede producir el efecto contrario en muchas personas, pudiendo ocasionar ansiedad o pánico. Se acompaña de hormigueo, falta de aliento y cambios en la presión arterial o tasa cardíaca.





Suplementos de GABA

Actualmente el ácido gamma aminobutírico está disponible en el mercado como suplemento dietético, tanto natural como sintético. El GABA natural se crea por un proceso de fermentación que utiliza una bacteria llamada Lactobacillus hilgardii.
Muchas personas lo consumen para dormir mejor y disminuir la ansiedad. También es famoso en deportistas, ya que parece ser que contribuye a la pérdida de grasa y al desarrollo de la masa muscular.
Esto es porque produce un aumento intenso de la hormona del crecimiento, que es fundamental para el músculo. Además, permite dormir mejor, algo que necesitan aquellos que hacen musculación.
Sin embargo, el uso de este suplemento está sujeto a controversias. Muchos creen que falta evidencia científica sobre sus beneficios.
Además, parece ser que es difícil que el GABA en sangre atraviese la barrera hematoencefálica para llegar al cerebro. Por tanto, no podría actuar en las neuronas de nuestro sistema nervioso.






Gaba. Efectos de la suplementacion.

Según los estudios:


  • Produce en aproximadamente 60 min. después de su administración, un efecto relajante.  Reduce la ansiedad en los voluntarios con buena salud en condiciones de estrés. Al mismo tiempo, refuerza su sistema inmunitario, debilitado por el estrés
  • Favorece la relajación y el sueño: al contrario que numerosos somníferos que se dirigen hacia los receptores del gaba, este último no causa somnolencia diurna ni crea adicción. Es un inductor al sueño y no un somnífero y una excelente alternativa a la valeriana. Se aconseja tomar acompañado de un buen complejo B. Se recomienda administrar por la tarde-noche
  • Al reducir la ansiedad, favorece un profundo reposo compensatorio asociado al estrés
  • El dolor crónico puede reducir los niveles de este elemento. Su capacidad de rebajar el estrés, sugiere que podría disminuir la intensidad del dolor
  • Los niveles y la actividad del gaba bajan al ir cumpliendo años, al igual que baja la mayoría de marcadores que tienen que ver con la juventud. Se cree que ese descenso de niveles de ácido gamma-aminobutírico está asociado al proceso del envejecimiento, el cual a su vez, va acompañado de trastornos del movimiento (ataxia) y algunas patologías, como el Corea de Huntington.
  • Favorece que se libere somatotropina, que es la hormona del crecimiento (una de las hormonas de mayor importancia del cuerpo, secretada por la hipófisis o pituitaria). La somatotropina, entre otras funciones, se encarga del desarrollo muscular y también previene enfermedades y es antienvejecimiento.
  • Como curiosidad: el Dr. Atkins (1999) en el libro los «Vitanutrientes» define al gaba como el tranquilizante perfecto y la define como el Valium natural.






Indicaciones de uso – Cuando es beneficioso tomarlo.

Cuándo existen niveles bajos de ácido gamma-aminobutírico en el cerebro, pueden provocarse diversos trastornos asociados al gaba y la complementación natural puede ayudar en algunos casos:



  • Ansiedad, angustia, desasosiego e inquietud: A diferencia de los fármacos calmantes (psicofármacos), gaba no tiene riesgo de dependencia, ni tiene los efectos secundarios de esas sustancias
  • Depresiones: Generalmente, los estados de depresión, van acompañados de unos bajos niveles de este elemento. Cuándo existe una depresión, generalmente mejora significativamente con la aplicación de gaba
  • Ataques convulsivos: Consu complementación pueden ser controlados, diversos cuadros convulsivos (también en niños)
  • Restablecimiento de funciones cerebrales: En algunos casos de apoplejía, ha habido muy buenos resultados en el restablecimiento de funciones neuronales como la memoria y el habla
  • Aumento de la masa muscular: Se utiliza con mucho éxito en la nutrición deportiva. Está científicamente demostrado que el ácido gamma-aminobutírico estimula la liberación de somatotropina, y  por lo tanto, del aumento de la masa muscular. La musculatura se vuelve más definida, obviamente con el consabido ejercicio físico necesario. Se pierde grasa y se gana en masa muscular. Tras ochos semanas ingiriendo gaba y haciendo ejercicios, se puede apreciar cambio.
  • Inhibidora del dolor: también en el campo del deporte es utilizado con éxito como inhibidor del dolor. Los deportistas de elite lo utilizancomo apoyo para el entrenamiento. Aumenta el umbral de tolerancia del dolor.





Contraindicaciones – Cuando no es recomendable su uso

El gaba no debe tomarse con fármacos benzodiacepínicos sin consentimiento de un profesional de la medicina cualificado. En algunas personas, los niveles elevados de gaba pueden conducir a un cambio suave en patrones de respiración (disnea) y en el ritmo cardíaco. En todo caso, antes de tomar cualquier suplementación es imprescindible consultar a un profesional de la salud.




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